Las teorías conspirativas han estado con nosotros durante mucho tiempo. Estamos ahora en la era del conspiracionismo: no hay necesidad de una teoría; basta con una plataforma de redes sociales
Desde el soborno y el favoritismo hasta la falsificación de artículos y el lavado de dinero, la corrupción moral toca a toda nación y todo estrato de la sociedad. Y se había predicho que así sería.
Encarar la realidad de un mundo cargado de pesar, traición y decepción significa confrontar no solo las fallas o fracasos de aquellos en quienes hemos confiado, sino nuestra propia participación al respecto.