Cada vez es más claro para muchos que nuestros problemas globales requieren soluciones globales. El ex primer ministro británico Gordon Brown es el último en prestar su voz al debate.
Las teorías conspirativas han estado con nosotros durante mucho tiempo. Estamos ahora en la era del conspiracionismo: no hay necesidad de una teoría; basta con una plataforma de redes sociales
Desde el soborno y el favoritismo hasta la falsificación de artículos y el lavado de dinero, la corrupción moral toca a toda nación y todo estrato de la sociedad. Y se había predicho que así sería.
Encarar la realidad de un mundo cargado de pesar, traición y decepción significa confrontar no solo las fallas o fracasos de aquellos en quienes hemos confiado, sino nuestra propia participación al respecto.