¿Religión o Un Camino de Vida?

Visión presenta una muestra de los modulos de estudio en nuestra página de internet Fundamentos. La página de internet Fundamentos está diseñada para aquellos lectores que les gustaría aprender más acerca de las enseñanzas de la Biblia sobre temas especificos.

Con más de dos mil millones de seguidores—aproximadamente un tercio de la población mundial—el cristianismo es la religión mas grande. La mayoría de las personas que dicen ser cristianos pertenecen a una u otra denominación o confesión, cada una de las cuales tiene diferentes creencias y practicas definidas por una declaración conocida como credo.

 

Dentro del cristianismo, existen cientos de sectas con credos diversos y con frecuencia contradictorios, afirmando todos de haberse derivado de la misma fuente, la Biblia. Es un cuadro de confusión.

 

Añadiendo a esta complejidad están las muchas otras creencias religiosas no cristianas, entre ellas el judaísmo, islamismo, hinduismo, budismo, confucianismo, taoísmo, la nueva era con sus muchas ramificaciones. Nunca antes habíamos tenido a nuestro alcance semejante miscelánea de ideas y filosofías de fácil acceso. Mientras que algunos ven con optimismo a todas las religiones y filosofías del mundo como expresiones de espiritualidad validas y necesaria, también creen que existen muchos caminos para llegar a «dios», otros concluyen en que los frutos aparentes dentro de la historia religiosa justifican el apartarse de todas esas formas de creencia.

Las numerosas posibilidades y contradicciones dentro de estas religiones y filosofías del mundo han frustrado y confundido a mucha gente, y dejado otros desilusionados y escépticos.

 

El propósito de Fundamentos es de disipar la niebla de las ideas religiosas. Y aunque no pretendemos saberlo todo, enseñamos el único fundamento estable y verdadero para una vida con propósito y significado. 

DEFINIENDO LA RELIGIÓN

¿Cómo se define la palabra religión?

De acuerdo con la Encyclopedia Britannica, religión es la relación de «seres humanos' con lo que estos consideran santo, sagrado, espiritual, o divino. Comúnmente la religión es considerada como la relación consistente de una persona con Dios, dioses o espíritus. La adoración probablemente es el elemento más básico de la religión, sin embargo, la conducta moral, la creencia correcta, y la participación en las instituciones religiosas son generalmente también componentes de la vida religiosa cuando son practicados por los creyentes y adoradores y son mandados por los sabios religiosos y las escrituras» («religión», Encyclopedia Britannica Ultimate Reference Suite, 2011; énfasis añadido).

Para la mayoría de la gente, la manera de adorar ciertamente es un elemento clave de la religión, aunque también existen otros: 

 El Diccionario Merriam-Webster’s Collegiate, 11ª Edición, define religión como «el servicio y la adoración de Dios o lo sobrenatural»; «el compromiso o devoción a la fe religiosa o culto»; «un conjunto personal o sistema institucionalizado de actitudes religiosas, creencias y prácticas»; o «una causa, principio, o sistema de creencias aferradas con ardor y fe» (énfasis añadido).

El Diccionario Concise Oxford English (11ª Edición, Corregido) la define como «la creencia y adoración de un poder controlador sobrehumano, especialmente de un Dios personal o dioses»; «un sistema particular de fe y adoración»; «una búsqueda o interés seguido con gran devoción» (énfasis añadido). 

 

Para la mayoría de la gente, la religión significa un sistema de creencias, un credo, o la pertenencia a una confesión determinada con una expresión concreta de su fe en los días santos, ritos y cultos de adoración. 

 

¿Existe alguna definición bíblica para la religión? No se puede encontrar el equivalente exacto de la palabra religión en español dentro del griego o las Escrituras hebreas. La palabra griega threskeia es utilizada en el Nuevo Testamento unas cuantas veces, pero su significado es limitado a las prácticas ceremoniales o culto. Sin embargo, la Biblia define lo que se espera del verdadero seguidor de Dios. 

 

La Biblia es una manifestación básica de la voluntad de Dios, de Su mente, y describe la «religión» de Dios simplemente como «el Camino».

 

Por esta razón hemos nombrado el área de estudio concerniente a la voluntad de Dios «El Camino de Dios». Esta no es solamente una etiqueta interesante, sino una definición basada en la Biblia. 

 

La Biblia enseña que la verdadera religión es un camino de vida. 

EL CAMINO

Cuando Moisés resumió los mandamientos e instrucciones de Dios al pueblo de Israel antes de su muerte, utilizo una expresión interesante. Dijo, «Andad en todo el camino que el Señor vuestro Dios os ha mandado, a fin de que viváis y os vaya bien, y prolonguéis vuestros días en la tierra que vais a poseer» (Deuteronomio 5:33).

El profeta Isaías tomó la misma actitud cuando profetizaba que en el futuro a la gente se le ayudaría a entender cómo vivir. Escribió: «Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga, “Este es el camino, andad por el”» (Isaías 30:21). 

 

La Iglesia de Dios del Nuevo Testamento no es simplemente una denominación o confesión, sino que se identifica como seguidora de «el Camino».

 

Antes que Pablo se convirtiera en un discípulo de Cristo, trató de destruir miembros de la nueva iglesia. El relato de Lucas sobre Pablo persiguiendo a los convertidos los describe como gente «que eran del Camino» (Hechos 9:2). El mismo Pablo también confesó, «Perseguía yo este Camino hasta la muerte» (Hechos 22:4).

Un elocuente maestro llamado Apolos es descrito como un «hombre [quien] había sido instruido en el camino del Señor» (Hechos 18:25).

No todos aceptaron la enseñanza de la Iglesia primitiva. De hecho, «endureciéndose algunos y no creyendo, maldiciendo el Camino», y en este caso «hubo un disturbio no pequeño acerca del Camino» (Hechos 19:9, 23).

En un determinado momento algunos estaban tan enojados con las enseñanzas de Pablo que planeaban matarlo. Fue rescatado y llevado a Cesarea, donde compareció ante el gobernador Félix. Le fue dado a Pablo la oportunidad de explicar sus convicciones. Dijo él, «Pero esto te confieso, que según el Camino que ellos llaman secta, así sirvo al Dios de mis padres, creyendo todas las cosas que en la ley y los profetas están escritas» (Hechos 24:14; véase también versículo 22).

 

Es interesante observar que los seguidores de Cristo eran considerados desde el principio como una secta, sin embargo, el apóstol Pablo declaró que se consideraba a sí mismo como un verdadero seguidor de Dios y Su Camino

 

El mismo apóstol Pedro se expresó en términos similares cuando advirtió sobre los falsos maestros. Escribió que por causa de ellos, «el camino de la verdad será blasfemado», como «han dejado el camino correcto y se han extraviado». Concluyó que «mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia» (2 Pedro 2:2, 15, 21).

El Camino de Dios fue ejemplificado en su plenitud en la vida de Jesucristo. Ciertamente, Jesús dijo de sí mismo, «Yo soy el camino, la verdad, y la vida» (Juan 14:6).

Durante su ministerio, Jesús habló de dos modos de vida, a los que comparó con dos tipos de puertas. Dijo, «Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan» (Mateo 7:13,14).

De acuerdo a Jesucristo, el camino correcto de vida es el camino menos transitado. Naturalmente, creer en un credo, o pertenecer a una confesión, y también simplemente participar en actividades como servicios de adoración, celebración de días santos, etc., es más fácil que seguir «el Camino». 

 

Algunas personas están dispuestas a dar sus vidas por sus ideas y convicciones. 

Sin embargo, la prueba mayor está en abandonar el pecado, vencer la debilidad humana y seguir el ejemplo de Jesucristo a lo largo de la vida. 

 

¿ES SUFICIENTE CREER SOLAMENTE?

Existe un concepto común equivocado de que con simplemente reconocer que Jesús es el hijo de Dios es suficiente para obtener la salvación. 

Sin embargo Jesús enseñó que debemos vivir de toda palabra que sale de la boca de Dios (Mateo 4:4). El apóstol Pablo escribió que «toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia» (2 Timoteo 3:16). 

El apóstol Santiago habló de la necesidad de actuar según la Palabra de Dios. Aconsejó, «Sed hacedores de la palabra, y no tan solo oidores» (Santiago 1:22). 

Debemos de vivir una vida de obediencia a Dios; de otro modo nuestra religión no es nada más que una vana demostración, y nos engañamos a sí mismos. Santiago también lo pone en claro, que el creer por sí solo no es suficiente para la salvación; tiene que ser evidenciado por obras (Santiago 2:14–19).

 

La Biblia enseña una forma de vida que implica la participación y la práctica. Esto significa vivir una vida congruente a la Palabra de Dios, lo cual afecta todo lo que hacemos. 

 

Santiago llega al corazón de la verdadera práctica religiosa cuando escribe, «La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo» (Santiago 1:27). 

El Bible Knowledge Commentary (Comentario de Conocimiento Bíblico) opina sobre este pasaje, «Una religión limpia y sin macula es aquella donde la conducta y el carácter personal es disciplinado de acuerdo a la Palabra de Dios. . . . Es aparente que el énfasis de Dios no está en los rituales religiosos sino en la correcta manera de vivir. Santiago delinea lo que Dios el Padre hace hincapié: ocuparse de los huérfanos y las viudas—aludiendo a la conducta personal, y guardarse uno mismo de ser contaminado—en referencia al carácter personal. . . . Un creyente con “religión” que agrada a Dios ayuda a los demás en necesidad—y de esta manera es intachable (literalmente, “puro, inmaculado”), además de guardarse a si mismo puro (literalmente, “limpio”). Esto no es una definición de religión, en cambio un contraste de los meros actos de adoración y observaciones rituales que comúnmente son llamados “religión”» (bastardillas añadidas). 

Esto claramente habla de un camino de vida activo y concienzudo. 

 

Lo que Dios anda buscando no es un despliegue externo de religiosidad sino de la transformación de nuestros corazones.

 

Esto no es simplemente un sentido etéreo; significa un cambio (un cambio completo o conversión) de pensamiento y comportamiento—alejado de la atención egoísta de nuestra manera de ver y seguir a Dios y sus caminos.

 Debido a que la verdadera religión incluye la transformación de nuestras mentes, no es de sorprender que la Biblia describa al verdadero seguidor de Cristo como aquel que es guiado por una nueva manera de pensar causada por un espíritu nuevo, el Espíritu de Cristo y Dios (Romanos 8:9, 14). 

Por medio de este espíritu el Camino de Dios, manifestado por la ley de Dios, es escrito en nuestros corazones y mentes (Hebreos 8:10; Ezequiel 11:19–20). 

Dios nos ha dado su Palabra o libro de instrucciones, la Biblia, para que aprendamos el Camino de Dios. 

 

En parte, la Biblia puede ser considerada el «Manual del Buen Vivir». 

¿PUEDE LA GENTE ESTAR SINCERAMENTE EQUIVOCADA?

Hacia el final del Sermón de la Montaña, Jesucristo dijo: «No todo el que me dice, “Señor, Señor,” entrara en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día, “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?” Y entonces les declararé: “Nunca os conocí; apartaos de mi, hacedores de maldad”» (Mateo 7:21–23).

Cristo estaba describiendo a las personas religiosas que hasta en su nombre profetizan, pero no practicaban la ley de Dios y su camino de vida. Su pleitesía es fútil y él no los conoce. De hecho, no son verdaderos seguidores. 

 

Profesan una forma de religión, pero no el Camino de Dios. 

 

Por extraño que parezca, ha sido común en todas las épocas de aquellos que afirman ser los defensores de la verdadera religión el rechazar los mandamientos de Dios y en su lugar practicar enseñanzas de diseño humano. 

El judaísmo del siglo primero no fue la excepción. Con el transcurso del tiempo los judíos habían desarrollado muchas tradiciones añadidas a lo que Dios les había mandado. En ocasiones, sus tradiciones entraban en conflicto con la ley de Dios. 

Citando al profeta Isaías, Jesús los reprendió por este modo. Les dijo, «Este pueblo de labios me honra, mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres» (Mateo 15:8–9). 

Es posible adorar a Dios en vano al rendirle culto conforme a nuestras propias ideas—ideas que no están basadas en Su verdadero conocimiento. 

NUESTRA DESICIÓN PERSONAL 

El camino de vida de Dios requiere de participación activa y compromiso absoluto. Involucra sacrificio personal (Mateo 10:38–39, Lucas 14:25–33, Romanos 12:1–2). Con frecuencia la gente no tiene la voluntad de parar de hacer las cosas a su propio modo. Así que andan buscando por algo que sea de su aprobación, algo que les permita continuar como son, sin cambios. 

El apóstol Pablo previó este enfoque entre aquellos que profesaban tener fe: «Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fabulas» (2 Timoteo 4:3–4). 

En este mundo de diversidad religiosa, no existen escases de maestros, especialmente en el ámbito de la religión. Existen tantas opciones que es muy fácil buscar una religión que se acople a nuestros deseos, en lugar de buscar el camino de vida de Dios. Sin embargo, al hacerlo así, no solamente estamos comprometiendo nuestra integridad sino que cometemos el mismo error que nuestros primeros padres hicieron, escogiendo el camino que les pareció correcto rechazaron la Palabra de Dios. 

 

La opción verdadera aun está disponible para aquellos que quieran encontrarla.

 

El Camino de Dios no es simplemente otra religión. Esta significa una relación genuina con el Dios todopoderoso y su Hijo. Es una relación que afecta la forma como vivimos nuestras vidas diarias. Esta relación debe estar bajo los términos de Dios y no de acuerdo a las falibles ideas del hombre. 

 

Elementos Esenciales del Modulo:

  1. Para muchos, la religión significa pertenecer a una confesión o la creencia en un credo. 
  2. La Biblia enseña que la verdadera religión es un camino de vida. 
  3. El camino de Dios esta expresado en la Palabra de Dios, la Biblia.
  4. En parte la Biblia puede ser considerada como el «Manual del Buen Vivir». 
  5. Es posible adorar y servir a Dios en vano.