Mientras que la primera mitad del libro profético de Isaías gira mayormente en torno a advertencias contra Judá y las naciones vecinas, la segunda trata principalmente sobre restauración y paz.
Las cada vez más sofisticadas e «inteligentes» tecnologías ya nos permiten alterar no solo nuestra vida cotidiana, sino el planeta mismo. También invitan al abuso… y al caos… ¿Qué se puede hacer?
Desde el ámbito de la genética hasta el de la geofísica, nuestro mundo es cada vez más lo que hacemos de él, pero el filósofo ambientalista Christopher Preston nos insta a la moderación.
La ciudad de México es uno de los centros urbanos más grandes del mundo, pero la infraestructura de la ciudad es extremadamente inestable. Los problemas resultantes sirven a manera de advertencia —y de lección— para el resto de nuestro mundo cada vez más urbanizado.
Si nuestra dependencia de la tecnología ha acelerado el cambio climático, es posible que la tecnología también pueda corregir el problema. ¿Funcionaría? ¿Deberíamos probarla?